Bertolt Brech
SOBRE EL CONFLICTO POR LA TIERRA, EN LA COMUNIDAD MOCOVI DE RECREO, SANTA FE

El conflicto entre los mocovíes y la comuna de Recreo, es un apéndice de ese conflicto, una reverberación si se quiere del conflicto central. Desnuda, más que malas intenciones, muchas ignorancias y prejuicios, por parte de la sociedad envolvente, de la cual soy integrante porqué allí me domicilio. Quiso el destino, también, que fuese durante algunos de los primeros años de la escuela 1331 kom kaiá, docente entre los niños y niñas aborígenes del lugar.
Al principio, un poco por desconocimiento de los medios y un poco, tal vez, con mala intención, se dio a conocer que la comuna quería impulsar una "consulta popular" para que los recreinos decidan si querían que las tierras donde estaban asentados los mocovíes, quedara para los indígenas o se creara un parque industrial. Esto, por supuesto, indignó a buena parte de la sociedad santafesina y mocoví con justa razón. Luego se supo, que nadie quería echar a los paisanos de donde estaban ubicados actualmente, en unos lotes donde tienen sus viviendas, su iglesia y su escuela; sino que la "Consulta" (impulsada por el intendente y la totalidad de los consejales) se refería a otra tierra, un campo de 327 hectáreas llamado "lote A San José", casi en el límite norte con otro distrito llamado Candioti. Es decir, el campo en cuestión, actualmente vacío, no era donde vivían los indios, sino en otro lugar, un poco más alejado.
Desde el punto de vista "humano" la situación cambia: No es lo mismo negar tierra a gente que no vive allí, que "echar" de un lugar a los que viven en ella.
Desde el punto de vista político la cuestión no cambia nada. Ese lote fue asignado por la provincia de Santa Fe para un proyecto de desarrollo integral, a futuro, para esa comunidad aborigen. La comuna, aparentemente, no sabía que esos terrenos no le pertenecían, porque son propiedad del estado santafesino. Finalmente, y ante el revuelo que se produjo, la comuna desestimó la "Consulta", gracias a Dios.
Alguna gente de Recreo -no aborigen-, cuestiona a algunos líderes de la comunidad mocoví de Recreo, fragmentada en sus liderazgos, como casi todas las del país, porque "han tenido administraciones poco felices". Pero esto, de ser cierto, no le da derecho a nadie a negar las posibilidades de desarrollo al conjunto de estos pobladores indígenas y a sus descendientes.
Si a los argentinos nos negaran la posibilidad de desarrollo, porque hemos tenido "administraciones poco felices", tendríamos que buscar otro planeta para vivir.
La comunidad mocoví, bombardeada con lo peor de nuestra cultura, ha desarrollado mecanismos de supervivencia, a veces basados en la desconfianza y en el punterismo. Como parte de su cultura, sobrevive en ellos una visión "no capitalista" de la existencia (lo cual no significa que no haya conflictos por dinero, como en todos lados) y una vida basada en el "ahorismo" y no en el ahorro (lo cual no significa que no sueñen).
Uno de los problemas de nuestra sociedad envolvente, es que consideramos a la tierra, como un bien económico, solo capaz de producir plata (y también soja, que ahora es plata). Muchas familias aborígenes de nuestro país han malvendido sus lotes porque los cambiaron por dinero, elemento que nuestra sociedad les enseñó como signo de poder y felicidad.
¿Y si los mocovíes quieren la tierra, además de para producir algo de dinero (porque no son tontos), sino para sentarse a tomar mate por las tardes y mirar "un horizonte" de pastitos, que relaja el alma? ¿Podremos aceptarlo? O la tierra solo debe servir para cosechar monedas?
Algunos pobladores de Recreo no entienden bien la cuestión, y no es su culpa, porque en nuestra cultura todo lo que se adquiere es por dinero o para producir dinero -así nos formaron-. Sin embargo, algunos menos, por suerte, piensan: ¿Cuánto valdrán 327 hectáreras sembradas de soja? ¿Aprovecharán (económicamente) los indios, esa fértil tierra?
Tenemos que aprender a conocernos, buscar el bien común, que es la satisfacción de los intereses de todos, en forma armónica y justa.
Recuerdo un fascículo de la famosa "enciclopedia estudiantil" de hace 30 años, que versaba sobre la Amazonia y decía algo así como "¡Cuántas Europas entrarían en ella, una vez talados su bosques! Ojalá NUNCA digamos del lote "A San José" de Recreo: ¡Cuánta soja se cosecharía en el, una vez despejados los mocovíes!
Confío en que tanto la comuna como la comunidad mocoví de Recreo llegarán a acuerdos para beneficio de todos, porque lo que primó en esta situación es el desconocimiento y no la mala intención.
Flavio Dalostto
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