Al pueblo argentino y, en especial, al de la “Argentina profunda”, los planes que se anuncian no les mueve el amperímetro.
Allí donde duele río; allí donde duele canto;
Allí donde bifurca la línea quiromante
Salto a la otra orilla para no caer.
“Los otros cuentos”, de Jorge Fandermole.
Al “Futbol para Todos”, se le sumó “Deportes para Todos”. Planes pagados por el Estado Nacional, es decir por todos los argentinos y que vehiculizan propaganda gubernamental en forma exclusiva. Esos planes deberían existir, pero no financiados con dineros de las arcas públicas para publicidad oficial, sino de empresas privadas a través de avisos y anuncios.
“Planes para Casi Nadie” y “Negocios para Pocos”.
Ahora no son calefones por monedas, ni créditos hipotecarios, ni autos por chirolas, ni tren bala, ni bombitas de bajo consumo, ni futbol, ni deportes, ni Notebooks, ni pescado, ni milanesas, es “Carne para Todos”. Se sigue viviendo en un mundo de fantasía.
Las “Milanesas para Todos” se comercializan en el Mercado Central de Buenos Aires, sobre la Autopista Riccheri, sin evaluar tiempo, distancia y costo para dirigirse al centro comercial indicado. Sin duda para los que habitan la “Argentina profunda” es antieconómico llegar a tal Mercado. Las milanesas son -se dice- la comida representativa del sentimiento nacional, pero se oculta que muchas veces hay que intervenirlas quirúrgicamente u operarlas para encontrarles carne.
“Pescado para Todos” o “para Pocos”, dado que en infinidad de localidades gobernadas por intendentes no K, no pasa el camioncito del programa de la merluza y frutos del mar a precios asequibles (v.gr. ello motivó que en la provincia de Córdoba se haya rebautizado al programa como “Pescado para Todos los K”.
Todo un refrite de actos, cadena nacional, palabras, discursos y aplausos, que produce dolor de estómago en la ciudadanía en general.
Los planes se anuncian para que sepan “los seguidores” y “el clientelismo” que el calor del poder no los abandonará y seguirán contando con el apoyo económico (un 200, un 300 ó algo más; al margen de la gaseosa o el tetra brik y el choripán; planes trabajar, de jefes y jefas de hogar) y el manejo de los punteros barriales (en lo que hace a concentraciones, marchas, movilizaciones en colectivos, etcétera).
“Carne para todos” NO, solo para una nonada.
Producción (cría, recría e inverne), industria, distribución, consumidor o exportación), son los principales eslabones que integran la cadena cárnica.
Hasta el año 2000 (el 2001 fue atípico por el cierre de casi el 98% de los mercados de carne fresca) Argentina ocupaba el 5º lugar como productor, el 6º como exportador y era el país con mayor cantidad de consumo por habitante, en todo el planeta.
El plan cárnico de Moreno viene disponiendo de 400.000 kilos de carne (la “barata”) semanales, que son comercializados en el Mercado Central de Buenos Aires, en diversos hipermercados y terminales ferroviarias de Constitución,, Once y Retiro.
El origen de esas partidas se produjo a partir del 2008, cuando se las exigió a algunos frigoríficos a cambio de los permisos para poder exportar.
Algunos de los empresarios, que reciben la “barata”, desvían gran parte de ella a fábrica de chacinados y hamburguesas, cobrándola a precios reales de mercado.
También reciben una cuota los distribuidores que armaron “Carne para Todos”. Realmente debería denominarse “Carne para Pocos”.
Revolución productiva y requerimiento de importación de ganado en pie.
Si bien el gobierno se atribuye la revolución de la producción agropecuaria, mencionando el avance tecnológico, la fructuosa abundancia de granos, la no importación de leche, maíz y trigo, no incorpora la carne a esa turbulencia.
No mencionan las autoridades la pérdida de mas de 12 millones de cabezas bovinas, de 3,7 millones de terneros y, menos aún, lo informado por uno de los gremios de la industria frigorífica, el Sindicato de la Carne del Gran Buenos Aires (Sicgba), conducido por Silvio Etcheún, que ha llegado a proponer la importación de 4,8 millones de cabezas para que las plantas procesadoras no suspendan ni despidan personal, como lo vienen haciendo pese a los subsidios.
Camiones itinerantes.
La capacidad de los camiones móviles que recorren algunas zonas es de hasta 10.000 kilos de carne y presentan también un sector donde se ordenan los respectivos cortes.
En total suman entre 50 y 70 toneladas semanales, una cifra mezquina. Los camiones, en sus laterales, tienen la inscripción: “Carne, ahora para Todos. Precios oficiales del Gobierno” y recorren el conurbano como ferias itinerantes.
“Carne para Todos”: 0,15% del consumo total.
Esos 10.000 kilos de carne, que se comercializan diariamente, equivalen a solo el 0,15 % del consumo total del país. Es una minúscula cantidad si se la compara con los 6,6 millones de kilos que se venden, por día, en la geografía argentina.
Parafraseando a Deng Xiaoping (1904-1997), dirigente político de la República Popular China, que contra el dogmatismo maoísta lanzó su famosa sentencia de “gato negro o gato blanco, poco importa si caza ratones”, las autoridades nacionales pueden llegar a hacerla suya, repitiendo algo así como: “No me importa el color de los gatos que me sigan, basta que me ayuden a cazar los ratones que quiero cazar”.
Consectario.
Al pueblo argentino y, en especial, al de la “Argentina profunda”, los planes que se anuncian no les mueve el amperímetro.
***Productor agropecuario de tercera generación, abogado y escritor. pab@cpenet.com.ar
****FUENTE: PREGON AGROPECUARIO
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