Doblegado, Scioli pide auxilio
Pablo Morosi
Corresponsal en La Plata
LA PLATA.- La conmoción por la muerte de Isidro doblegó el habitual optimismo del gobernador bonaerense, Daniel Scioli, que tuvo que salir, sin medias tintas, a pedir auxilio a todos los sectores de la sociedad para combatir la inseguridad.
Lo hizo durante un acto, delante de decenas de nuevos funcionarios judiciales, las más altas autoridades del Ministerio de Seguridad de la provincia y las cámaras de TV.
Pidió colaboración e instó a la madurez de la clase política, reconoció la creciente demanda ciudadana y terminó por admitir lo que todos observan: el recrudecimiento de la violencia delictiva y la insuficiencia en la prevención del delito.
"Aquel que tenga un proyecto superador o una idea superadora de lo que se está haciendo, nosotros estamos abiertos, venga de quien venga", dijo Scioli. La invitación pone a prueba a la oposición, que ahora tendrá la posibilidad de exhibir sus propuestas.
La indignación por el nuevo infortunio gestado por la inseguridad incluye sin soslayo a Scioli dentro del círculo de máxima responsabilidad y se suma a una percepción social creciente respecto de la falta de resultados oficiales en esa materia.
Pese al esfuerzo mediático por mostrar mayor operatividad, la inseguridad sigue primera en el ranking de preocupaciones ciudadanas.
En un primer momento, la propuesta de Carlos Stornelli, como ministro del área, apuntó a un endurecimiento de las leyes sobre excarcelaciones y a una reorganización que devolvió a los uniformados la cúpula y el escalafón y una mayor cuota de incidencia en el diseño de los planes de acción. El desgraciado episodio del caso de la familia Pomar profundizó el aislamiento político y mediático de Stornelli y terminó por sellar su suerte.
Reemplazado por Ricardo Casal, nuevamente se pidieron penas más duras y se insistió en pomposos anuncios, algunos de difícil implementación. Por caso, nunca se iniciaron los promocionados patrullajes aéreos por el interior provincial y tampoco se terminó de acordar y poner en marcha un programa para revertir los robos a countries.
Ayer, Scioli dejó una frase llena de interrogantes que exime de otros comentarios: "Estamos en contacto con la familia, que está viviendo una situación sin consuelo. ¿Qué consuelo puede tener? ¿Se imaginan? ¿Qué le puedo decir?". La pregunta es: si no es él, ¿quién entonces?
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