Jose de San Martin
Un reciente estudio realizado con primates ha demostrado que aquellas especies que viven en sociedades más flexibles –formadas por grupos cambiantes e inestables- tienen mayores capacidades cognitivas, necesarias para la adaptación. Por otro lado, estudios realizados anteriormente habían señalado que la competitividad en los grupos sociales de primates ha sido una de las causas del desarrollo de la llamada inteligencia maquiavélica, que permite establecer estrategias de dominio. El estudio del cerebro de estas especies ayuda así a explicar las características del cerebro humano, que habría ido aumentando de tamaño y capacidad sometido a las presiones sociales de su medio
A este tipo de organizaciones sociales se las denomina de fisión-fusión. En el caso del chimpancé común, por ejemplo, el apareamiento es promiscuo y no existe una estructura grupal fija. Puede haber grupos sólo de machos, de hembras adultas y su descendencia, grupos de ambos sexos o individuos solitarios.
Los chimpancés presentan, asimismo, un alto nivel de autonomía dentro de la fisión-fusión de los grupos a los que pertenecen. Debido a la frecuente variedad de las formas de asociación de los chimpancés, la estructura de sus sociedades es muy complicada.
Un nuevo estudio sugiere ahora que la flexibilidad social de los chimpancés y otros primates es debida no sólo a la capacidad cerebral de estas especies sino, también, a la propia flexibilidad del comportamiento de sus individuos. Esta flexibilidad sería debida a un desarrollo cognitivo especial.
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