Monte Grande y la inseguridad

“No acepten lo habitual como cosa natural, pues en tiempo de desorden sangriento, de confusión organizada y arbitrariedad consciente, de humanidad deshumanizada, nada debe parecer imposible de cambiar”.
Bertolt Brech

“La vida de Brian valía más que cualquier celular”

Con la voz entrecortada y el rostro lleno de lágrimas, los papás de Brian Aponte, el chico de 15 años que murió al resistirse a que le roben el celular en Monte Grande, lo recordaron y exigieron Justicia. En tanto, la comunidad educativa de la Escuela Técnica N° 1 de Esteban Echeverría, a la que concurría el menor, denunciaron que la zona es “muy conflictiva” y aseveraron que “los robos son constantes”.

En la Escuela Técnica N° 1 de Esteban Echeverría, los pocos chicos que asistieron a clases ayer no ingresaron a los cursos. Los pasillos estuvieron signados por un silencio profundo que invadió cada uno de los rincones de la institución. Pero, el escenario más triste y doloroso, se vivió en la puerta de entrada, donde Eduardo y Norma Aponte reclamaron Justicia por el asesinato de su hijo Brian, de 15 años, a quien un grupo de delincuentes quiso robarle su celular y le dispararon a la altura del estómago.

Según indicaron los allegados a la víctima, la razón por la que Brian no les habría querido entregar el teléfono, fue porque "había sido comprado con mucho esfuerzo por sus padres como regalo de cumpleaños". Ayer, los papás del menor, pidieron de manera desconsolada -y con el último aliento- que el asesinato de su hijo no quede impune y que los responsables “paguen por lo que hicieron”. “Siempre le decía a Brian que tenía que entregar todo si lo querían robar, aunque se quedara en ropa interior, porque valía más su vida que cualquier cosa que pudiese tener. Es así, la vida de Brian valía más que cualquier celular. Voy a tomar otra postura con respecto a mi otra hija porque a Brian no le permitía salir mucho ni llegar tarde a casa por miedo a que le robaran pero, la realidad, es que no pudo disfrutar y me lo terminaron matando cuando venía para la escuela”, señaló angustiada Norma.

Un dato importante para destacar es que, de acuerdo a lo manifestado por la mujer, la víctima del asalto podría conocer a los delincuentes de 15, 16 y 19 años que lo mataron ya que se trataría de una banda de asaltantes que “atemorizaban al barrio muy a menudo”. “Mi hijo me habló muchas veces de los chicos que se juntaban en la esquina, sabía los nombres pero, cuando yo le pregunté si alguna vez le habían hecho algo, él me contestó que no. A las madres de los tres asesinos les pido que se pongan la mano en el corazón y que ayuden a sus hijos porque están enfermos. A estas mujeres se les fueron sus hijos de las manos y espero que estén encerrados por mucho tiempo. Brian era excelente y muy querido por todos, no se merecía este final”, sentenció, entre lágrimas. Al reclamo por mayor presencia policial se le sumó la exigencia de que la línea de colectivos 501, que utiliza gran parte del alumnado y cuerpo docente para llegar al colegio, cambie su recorrido y pase por la puerta del establecimiento para que los usuarios no tengan que caminar “tres calles peligrosas” y “no estén expuestos a ser asaltados”.

A tres días de haber perdido a su hijo, Eduardo Aponte, mantiene la mirada perdida y cada palabra pronunciada sobre lo ocurrido el sábado parece ahondar. “No sé cómo continuaré porque mi señora y yo lo único que hacíamos era trabajar para poder darles lo mejor que podíamos a nuestros hijos pero no nos resultó porque en este país no hay Justicia. Mi hija tiene que continuar yendo al colegio pero no sé cómo la voy a mandar”, señaló angustiado en diálogo con Info Región. Y agregó: “Mi hijo no salía mucho para que no le pasara nada, yo lo acompañaba, inclusive para protegerlo, y parece que tampoco funcionó. Le pasó a las 9 de la mañana y delante un montón de gente, yendo al colegio". Por otro lado, los profesores y el personal que trabaja en la Técnica N°1 también recordaron a Brian. “Era un chico muy bueno, le encantaba jugar al voley y era muy querido por todos sus compañeros. La pérdida de Brian se notará mucho y considero que alguien tiene que hacerse cargo de lo que sucedió. Muchas veces acompañamos a los chicos hasta la parada porque tenemos miedo de que les pase algo pero, esto pasó a las 9 de la mañana y nadie pensó que las cosas podrían terminar tan mal”, concluyó Samanta, preceptora.La causa fue caratulada como “homicidio” y está siendo investigada por la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N° 8 de los Tribunales de Lomas de Zamora, a cargo del fiscal Carlos Ferrari.

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