Educación, y Responsabilidad

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La presidenta de la Nación, Cristina Fernández viajó esta mañana para la inauguración de una escuela en Entre Ríos, que había sido construida en el marco del Programa Nacional 700 escuelas.En el acto, la jefa de Estado se refirió a la tragedia ocurrida ayer en la ciudad de Dolores, donde un tren embistió a un micro cuando este pasó con la barrera baja. En el accidente murieron 17 personas y más de 60 resultaron heridas.

"Llamo a los argentinos para tener “responsabilidad y respeto por la vida del otro”, al entender que las causas del terrible hecho del domingo fueron de valores y no técnicas. ”Ayer vimos que vidas humanas se perdía por un acto de responsabilidad"

Hablemos de Educación, Hablemos de Responsabilidad

La educación , condición del ser humano para "ser" humano, (del Latín educere "guiar, conducir" o educare "formar, instruir") podemos definirla como:
"El proceso bidireccional mediante el cual se transmiten conocimientos, valores, costumbres y formas de actuar".
Para tal logro, la educación, no sólo se produce a través de la palabra, está presente en todas nuestras acciones, sentimientos y actitudes, en nuestros valores y en nuestras propias responsabilidades.
Esto se define como un proceso de vinculación y concientización moral, cultural y conductual.
Es de esta forma como a través de la educación, las nuevas generaciones asimilan y aprenden los conocimientos, normas de conducta, modos de ser y formas de ver el mundo de generaciones anteriores, creando además otros nuevos. En Antropología Cultural, se define a este proceso como Endoculturación, experiencia de aprendizaje parcialmente consciente y parcialmente inconsciente, a través de la cual, la generación de más edad incita, induce y obliga a la generación más joven a adoptar los modos de pensar y comportarse tradicionalmente. Hasta aquí todo un ejemplo de lo que la educación debe ejercer en los individuos. Obviamente, que las sociedades que no saben educar a sus ciudadanos, que no ejerce el poder de la concientización moral y de poder transmitir valores y buenas costumbres, como en el caso de nuestra propia sociedad,. genera en sus filas, en sus cuadros, crea y sostiene a elementos indolentes y personas totalmente escasos de moral, de responsabilidad. Tal es el tema con este accidente de Dolores, que enlutó a una provincia, a un país. Solamente por la desidia de un desequilibrado, de un irresponsable negligente. Cuando el pueblo tiene educación es respetuoso de si mismo, de sus individuos, de sus gobernantes, de su sociedad. Cuando no ejercemos ese valor de la educación, no podemos llamarnos género humano. Es un proceso de socialización formal de los individuos de una sociedad, y como tal, debe ser conducido por los propios individuos para mejorar la calidad de vida de su propia sociedad. Es hermoso, compartir la educación entre las personas por medio de nuestras ideas nuestra cultura, nuestros saberes, pero si fallamos como especie, cómo género, no podemos llamarnos racionales. El respeto forma parte de la educación.

¿Y la responsabilidad?

¿Que hace que un individuo No sea responsable?; responsable ante si mismo, ante su comunidad, ante su sociedad, ante su país.

La responsabilidad (o la irresponsabilidad) es fácil de detectar en la vida diaria, especialmente en su faceta negativa: la vemos en el plomero que no hizo correctamente su trabajo, en el carpintero que no llegó a pintar las puertas en el día que se había comprometido, en el joven que tiene bajas calificaciones, en el arquitecto que no ha cumplido con el plan de construcción para un nuevo proyecto, y en casos más graves en un funcionario público que no ha hecho lo que prometió o que utiliza los recursos públicos para sus propios intereses.
Sin embargo plantearse qué es la responsabilidad no es algo tan sencillo. Un elemento indispensable dentro de la responsabilidad es el cumplir un deber. La responsabilidad es una obligación, ya sea moral o incluso legal de cumplir con lo que se ha comprometido.

Ahora bien, el origen de la irresponsabilidad se da en la falta de prioridades correctamente ordenadas. Por ejemplo, el chofer de la empresa El Rápido, no tomo la prioridad de respetar las vidas de las 100 personas que llevaba en el micro, y embiste negligentemente una barrera de ferrocarril que estaba perfectamente baja, con sus chicharras sonando. El chofer tuvo mal ordenadas sus prioridades, pues el hecho de querer pasar, atravesar una barrera baja, causó la muerte de 18 personas, las heridas a otras 5o más y la perdida total a la empresa que lo contrató, que confió en él, y en su capacidad. La ruta 63 estaba en perfecta condiciones y la visibilidad era total. Las luces de aviso funcionaban, alertando la llegada del tren.
Este hombre (y tal vez su familia), que dependían de este trabajo, quedaron literalmente, sepultadas bajo 18 vidas perdidas. Todo ¿porqué?, por su irresponsabilidad en su trabajo. Por su falta de educación, de valores y de principios.