Más niños indígenas mueren de hambre en Argentina
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Que esto suceda en Argentina en el siglo XXI es demencial. Es incoherente con las riquezas naturales, es incoherente con los discursos politicos de los presidentes, senadores, diputados, gobernadores y toda sus sarta de mentiras y engaños. Es con mucho dolor que los médicos debemos superar y sortear obstaculos por parte de punteros, politiqueros y oportunismo para llegar a comunidales aborígenes de nuestro territorio para extenderles ayuda de vida, de esperanzas, de amor.
Luego, viene la indolencia gubernamental en general, y, por último, el desprecio por parte de quienes tienen en sus manos las vidas, el cuidado, el desarrollo de nuestros hermanos del norte, del sur, del este y oeste. Es todo tan lamentable que provoca nauseas. Argentina, que mal estás, que daño te han hecho y seguimos en la senda de la mentira, de la vanalidad, del desprecio y una desesperante frivolidad por parte de la Presidente de la Nación
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Que esto suceda en Argentina en el siglo XXI es demencial. Es incoherente con las riquezas naturales, es incoherente con los discursos politicos de los presidentes, senadores, diputados, gobernadores y toda sus sarta de mentiras y engaños. Es con mucho dolor que los médicos debemos superar y sortear obstaculos por parte de punteros, politiqueros y oportunismo para llegar a comunidales aborígenes de nuestro territorio para extenderles ayuda de vida, de esperanzas, de amor.
Luego, viene la indolencia gubernamental en general, y, por último, el desprecio por parte de quienes tienen en sus manos las vidas, el cuidado, el desarrollo de nuestros hermanos del norte, del sur, del este y oeste. Es todo tan lamentable que provoca nauseas. Argentina, que mal estás, que daño te han hecho y seguimos en la senda de la mentira, de la vanalidad, del desprecio y una desesperante frivolidad por parte de la Presidente de la Nación
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Dos bebés de la comunidad wichí murieron el último fin de semana, y ya suman cinco en los últimos quince días las muertes ligadas a la desnutrición de aborígenes.
Según consignó el diario Clarín, Marlene Arias, de seis meses, vivía en la misión Lapacho 2, en Tartagal, mientras que Eliseo Teófilo Martínez, de un años y seis meses, vivía en la comunidad wichí de la localidad de Embarcación, cerca de Orán, 270 kilómetros al norte de la capital salteña.
El viernes el gobernador Juan Manuel Urtubey había prometido desde Tartagal que cien agentes sanitarios atenderán a las comunidades aborígenes. Es que por problemas vinculados a la desnutrición ya habían muerto Julián Darío Pérez (un año y medio), Leandro Arias (también un año y medio) y Rocío Soroco (3 años), todos cerca de en General Ballivián, en el norte salteño, agregó el tabloide.
A diferencia de los asentamientos aborígenes de Tartagal, el de la comunidad wichí en Embarcación se protege del espantoso calor con frondosos árboles. Sin embargo, está lejos del casco urbano de Embarcación, casi tres kilómetros al sudeste, por un camino que con unas cuantas gotas de lluvia se torna intransitable, describió además Clarín.
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