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La cuenca Matanza-Riachuelo es el curso de agua más contaminado del país y en sus alrededores habitan más de cinco millones de personas.
Desde 2006, el Gobierno nacional está realizando un Plan de Saneamiento Integral del río pero para los ambientalistas la situación sigue siendo muy crítica.
La contaminación del Riachuelo afecta la calidad de vida de más de 5 millones de personas en la región y trae graves consecuencias, en especial , en lo que se refiere a las cuestiones sanitarias. Situada en el centro industrial del área metropolitana, que conforman la ciudad de Buenos Aires y el conurbano, la Cuenca Matanza Riachuelo recorre 14 municipios bonaerenses y parte de la Capital Federal y es el curso de agua más contaminado del país. Su superficie se extiende a lo largo de 80 kilómetros y cubre un área de 2.238 km². En esta zona hay radicadas más de 3.000 industrias, en tanto que la población que en vive en lugares cercanos a la cuenca, ronda los 5 millones de habitantes. La cuenca es una de las áreas urbanas más degradadas, tanto en términos sociales como medioambientales.En el 2006 se produjo un punto de inflexión cuando la Corte Suprema de Justicia le exigió a los gobiernos nacional y provincial que elaboren un plan de saneamiento de la cuenca.Días más tarde, el Gobierno nacional presentó el Plan de Saneamiento y creó la Autoridad de la Cuenca Matanza-Riachuelo (ACUMR), que depende de la Secretaría de Medio Ambiente de la Nación y que tiene a su cargo la gestión del Plan de recomposición de la contaminación del río.Sin embargo y a pesar de que ya se está desarrollando este plan a largo plazo, desde las organizaciones ambientalistas que se dedican desde hace varios años a este problemática, todavía son muy críticos y denuncian que las pésimas condiciones en las que viven los habitantes cercanos a la cuenca prácticamente no ha cambiado.Por este motivo, Info Región diálogo con funcionarios y ambientalistas para conocer cómo se está llevando a cabo este Plan de saneamiento y cuáles son los objetivos a corto plazo para tratar de comenzar a revertir esta complicada situación.Datos que asustan. Según los datos aportados por la organización ambientalista Espacio Matanza-Riachuelo, que es una red de ONG constituida para articular la participación y el control ciudadano en torno al saneamiento de la cuenca, las 3000 industrias situadas en la zona vierten por día cerca de “88.500 metros cúbicos de deshechos, la mayoría de las veces sin contar con un permiso para ello y en otros casos, los permisos otorgados no han tenido en cuenta la capacidad receptora de la cuenca”.Sobre el Matanza-Riachuelo se encuentran industrias alimenticias, químicas, frigoríficos, curtiembres, metalúrgicas, textiles y papeleras y el vertido industrial sin control derivó en la presencia en las aguas del río, de metales tóxicos como arsénico, cromo, mercurio y plomo en niveles superiores a los tolerados.Este nivel de contaminación representa un grave peligro para los cinco millones de personas radicadas en la zona, de las cuales cerca de dos millones son consideradas “población en riesgo” para los ambientalistas. La vulnerabilidad de este sector poblacional se acrecienta debido las dificultades para acceder a los servicios de salud, cloacas y agua potable, ya que según la organización Espacio Matanza-Riachuelo, “el 55 por ciento de la población de la cuenca no posee servicios cloacales y el 35 por ciento carece de acceso a redes de agua potable”. Otro factor de contaminación es la presencia de basurales a cielo abierto.Algunas de las enfermedades que pueden ser provocadas por la condición sanitaria actual son cáncer, irritación de vías respiratorias, irritación de la piel, ojos, nariz y garganta, afecciones al sistema nervioso central, hantavirus, triquinosis y hepatitis, entre otras.El Plan de saneamiento. A mediados del 2006 y a raíz de una demanda presentada por un grupo de vecinos de La Boca, Wilde, Dock Sud y Villa Domínico, la Corte Suprema de Justicia de la Nación intimó a los gobiernos de las jurisdicciones involucradas a que elaboren un Plan de saneamiento de la cuenca Matanza-Riachuelo.Por este motivo, el Gobierno nacional presentó el Plan de Integral de Saneamiento y creó la Autoridad de la Cuenca Matanza-Riachuelo, que está presidida por la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación e integrado por tres representantes del Estado nacional y dos de la provincia y dos de la ciudad de Buenos Aires.El objetivo de este órgano es ejecutar el Plan, que consiste entre otros puntos en la realización de obras de infraestructura en materia de servicios de saneamiento y la implementación de un programa de reconversión de empresas para incorporar tecnologías más limpias. El Plan Integral de Saneamiento también busca responder a un marco de regulación único e instrumentar acuerdos interjurisdiccionales para la gestión de los residuos sólidos al tiempo que contempla la implementación de programas de atención sanitaria y educación ambiental.En diálogo con Info Región, el secretario general de la Autoridad de Cuenca Matanza– Riachuelo, Alejandro Rossi, aseguró que desde que el órgano entró en funcionamiento el año pasado, “se ha avanzado en los principales rubros de acción que contempla el Plan Integral de Saneamiento que tienen que ver con la ampliación de la infraestructura de agua, cloacas, drenajes y plantas de tratamiento de residuos líquidos”. “Además hay aproximadamente 105 basurales que se están empezando a remover”, apuntó el funcionario nacional. En cuanto al presupuesto para estos trabajos, Rossi precisó que “a la fecha se ha previsto 82 millones de pesos destinados a remover basurales con residuos peligrosos y domiciliarios y en materia de obras, cloacas y drenajes hay un presupuesto total de 1.000 millones de dólares para obras que estuvieron postergadas por cerca de 70 años”.Asimismo, aclaró que este monto “es a ocho años, que es lo que tardarán en ejecutarse las obras de agua, cloaca y drenaje en el ámbito de toda la cuenca y con lo que se esperan cambios muy significativos en el acceso de la población a los servicios públicos básicos”.A pesar de los pronósticos optimistas de Rossi, desde las asociaciones ambientalistas todavía son muy críticos con las tareas que se están desarrollando en el ámbito de la cuenca. “Hay iniciativas por parte del Gobierno que son positivas pero todavía no vemos nada concretado en la realidad”, apuntó Alfredo Alberti integrante de la Asociación Vecinos de La Boca, una de las organizaciones que forma parte del Espacio Matanza Riachuelo. “Hay un solo hecho para destacar que es la extracción de barcos que estaban averiados, deteriorados y pudriéndose sobre el agua del río”, añadió el ambientalista, quien luego insistió que “con respecto a los trabajos de descontaminación sobre los efluentes cloacales o industriales o la cantidad de basurales clandestinos que hay en la zona, todavía no hay hechos concretos que se puedan destacar”. “Sabemos que hay proyectos y mucho diálogo sobre todo inspirado u obligado por el trámite que los miembros de la Corte Suprema están haciendo sobre el tema pero realmente no vemos que esto este funcionando como debiera”, recalcó Alberti.A pesar de los cuestionamientos, Rossi remarcó que desde la Autoridad de Cuenca también se están desarrollando “las acciones no estructurales, que consisten fundamentalmente en el control de los más de 3.000 establecimientos industriales”.“Hasta la fecha se han desarrollado unas 1.800 intervenciones y se han dictado unas 380 medidas preventivas, de las cuales unas 90 han sido clausuras de establecimientos de todos los tamaños y grupos económicos, desde Shell y Petrobras hasta los pequeños contaminadores clandestinos. Todos han sido sujetos de control progresivo y constante por parte de la Autoridad de Cuenca Matanza-Riachuelo”, aseguró Rossi.No obstante, el funcionario enfatizó que “el desafío del control no es algo que está terminado sino que recién ha comenzado”. “Uno de los objetivos planteados por la Secretaría de Ambiente cuando inició la gestión era cortar cuanto antes la fuente de la contaminación o ponerlas en caja y para eso había que tener poderes suficientes desde la Autoridad de Cuenca”, resaltó.La participación de los municipios y las organizaciones. Para que el Plan Integral de Saneamiento de la cuenca tenga éxito, es fundamental el trabajo en conjunto de los distintos niveles del Estado –nacional, provincial y municipal- y que se le dé una mayor participación a las organizaciones que conocen y trabajan en este tema. Estos son dos puntos que se deben reforzar.Con respecto al trabajo con las comunas, Rossi remarcó que “el Plan Integral de la Cuenca se desarrolla en conjunto con los municipios”. “Es un programa que se ejecuta a través de los convenios que se van suscribiendo, que apuntan en algunos casos a transferir infraestructura, como camionetas, recursos financieros para jerarquizar las áreas ambientales de cada uno de los distritos y recursos para desarrollar acciones puntuales como la limpieza de los basurales”, precisó el funcionario nacional.Según los datos de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, el Gobierno nacional ya giró, en el aspecto de Fortalecimiento Institucional y de Control Ambiental, a los municipios de Almirante Brown, Esteban Echeverría, Lanús, Avellaneda, Lomas de Zamora, San Vicente, Ezeiza, La Matanza, Marcos Paz, Morón, y Cañuelas “19.077.100 pesos” con el objetivo de “reforzar a las jurisdicciones locales con el fin de formar, capacitar y aprovisionar estructuralmente a los mismos, garantizando el cumplimiento de las obligaciones que les competen en lo concerniente a una correcta gestión ambiental en general, y al control y fiscalización ambiental en particular”. En relación al trabajo con las comunas, para Rossi “hay un cambio de actitud”. “Cuando comenzamos la gestión, el reclamo de los gobiernos locales era históricamente postergado desde el punto de vista económico y político en cuanto al protagonismo que tenían en la gestión ambiental”, indicó y aseveró que “ahora se focaliza en el rol de los municipios como motor de desarrollo para lo cual son gestores de presupuestos muy significativos y son también depositarios de responsabilidades notoriamente incrementadas con respecto a la gestión anterior”.En este punto, el subsecretario de Gestión Ambiental de Lanús, Ricardo Jilek, destacó el trabajo en conjunto que se está realizando entre los distintos actores del Estado y aseguró que “a raíz de los problemas ambientales que han ido pasando, se mejoró en cuanto a la consideración de esta problemática en los niveles políticos”.En este sentido, Jilek resaltó el trabajo que están realizando en el distrito junto con los gobiernos nacional y provincial en lo que se refiere al control de las industrias y el tema de los residuos con la erradicación de los basurales a cielo abierto.Mas crítica fue la postura del secretario de Medio Ambiente de Lomas de Zamora, Pablo de Rosa, quien aseguró que el gobierno comunal está “saneando basurales de manera continua y constante atento a la capacidad municipal”.En este punto, se quejó porque cuando la Secretaría de Medio Ambiente de Nación se encarga de los basurales, “pretenden limpiarlos una vez y después no volver más, de esta manera la problemática sigue”.Uno de los puntos que según los ambientalistas más se debe reforzar es la participación ciudadana en el control del desarrollo del Plan Integral, ya que según lo que indicó Alfredo Alberti de la Asociación de Vecinos de La Boca, todavía no está funcionando el Consejo de Participación Social en la Autoridad de Cuenca. “Luego de las clausuras no nos enteramos bajo qué condiciones vuelven a funcionar las empresas. Hay un gran bache informativo que nos hace dudar para el futuro, sobre todo porque los planes del Matanza-Riachuelo fueron siempre incumplidos”, agregó y remarcó que “si falla la pata de participación de la sociedad, es factible que se pierda la promesa de tener un río limpio”.En Lanús, Jilek remarcó la importancia del involucramiento de la ciudadanía con esta problemática y adelantó que el distrito van a “armar un consejo municipal de medio ambiente que involucra y llama a la participación a todas las ONG y uniones vecinales que tienen objetivos ambientales.“Queremos tener un ámbito de participación y de intercambio de integración con todos los sectores”, indicó el subsecretario de Gestión Ambiental de Lanús en declaraciones a este medio.Por último, Alberti pidió a las autoridades nacionales “el mismo nivel de compromiso político para la causa Riachuelo que demostraron con el tema de las papeleras en Uruguay”, al tiempo que destacó el fallo de la Corte que instó al Gobierno nacional a presentar un Plan Integral de Saneamiento. “Tenemos un tremendo reconocimiento por este gran aporte de la institución máxima de la Justicia nacional y una gran esperanza descansa en que cada vez una mayor cantidad de ciudadanos estemos atentos a lo que pasa con este tema”, sentenció el ambientalista.Como quedó expuesto, la problemática de la cuenca Matanza-Riachuelo es un asunto delicado que luego de varios años de abandono, afecta a millones de personas en la ciudad de Buenos Aires y el conurbano.Luego del fallo de la Corte Suprema, es evidente que hay un cambio de actitud por parte de las autoridades aunque para comprobar los resultados del Plan Integral todavía habrá que esperar varios años. Mientras tanto, en el corto plazo es necesario que se sigan intensificando los controles a las empresas que vierten sus desechos en la cuenca, al tiempo que se implementen políticas sanitarias que ayuden a paliar la difícil situación en el aspecto de la Salud, ya que además, este problema afecta principalmente a los sectores de menos recursos.
Informe preparado por Inforegión.com
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